
La ablución es una de las prácticas preferidas de los cátaros. Se trata de un baño espiritual y su objetivo es la purificación. Según la enseñanza cátara, el ser humano al encarnar en este mundo perdió gran parte de la divinidad que era. En él entraron compuestos ajenos que lo separaron de la divinidad. Para recuperar esta divinidad es necesario recibir un nuevo nacimiento y la ablución representaría este nuevo nacimiento. Donde y cómo realizarla: Se realiza en aguas puras: en el mar, en ríos, lagos, manantiales, etc. También se puede realizar a diario en cualquier hogar, mediante cubos de agua, por ejemplo. Según el gnosticismo cátaro el agua tiene su conciencia y su propio espíritu. Por ello antes de realizar dicha práctica, se bendice el agua mediante cantos u oraciones. Es importante que el lugar donde se realice la práctica esté purificado de espíritus ajenos, debe de haber gracia. Así es el Espíritu Claro quien la efectúa desde dentro, lavando todo el ser humano con sus aguas llenas de gracia. A través de esta práctica la lujuria, el mal y las pasiones bajas se apartan. La Madre Eufrosinia, una de las más grandes maestras de la ablución, decía: “Si la gente hubiera conocido la acción sanadora que tiene el agua bendecida sobre el cuerpo espiritual, ellos se nutrirían y se lavarían sólo con ella. En el orden mundano se valoran las pastillas y la química que acaba destruyendo la salud. Todas estas mixturas de las farmacias y los preparados médicos no pueden ni compararse con la acción sanadora del agua bendita. Sí, es cierto que una mixtura podría curar una enfermedad incurable, pero sobre las fuentes santas, hubo muchos casos en que los mutilados dejaban sus muletas, los ciegos empezaban a ver, se sanaban de las abominaciones invisibles y se transfiguraban.” (Madre Eufrosinia: La guía del nuevo catarismo, 2012)
En verdad los católicos en la edad media y posteriori se bañaban poco o nada. Ni siquiera el clero se bañaba, sólo una vez al año y en el bautismo. Temian enfermar. No era una práctica espiritual,ni higiénica ni de salud el baño. La ablutofobia no terminó hasta la ilustración en Europa. Supongo qué los cátaros erais más listos y no gustaban de oler mal y sentirse sucios. Además de considerar esta práctica necesaria para la salud espiritual y física. Los católicos pudientes aseaban sus prendas,y a veces ni eso.
Alergia al agua culminó en el siglo XVII, incluso en las clases más altas de la sociedad: aunque Luis XIV no tenía problemas para nadar, sí evitaba usar demasiada agua para lavarse. En el interior de las casas nobles o burguesas existían bañeras, pero se aconsejaba no utilizarlas demasiado, y sobre todo no permanecer en ellas durante mucho tiempo. El agua se rechazaba hasta tal punto que antes de la Revolución Francesa París sólo contaba con nueve casas de baños, es decir, tres veces menos que a finales del siglo XIII.
El miedo a los miasmas se convirtió en una auténtica obsesión. Para garantizar la salud había que hacer circular el aire –igual que los filósofos y los economistas ilustrados predicaban las virtudes de la circulación de personas, bienes o ideas–. Por tanto, debían evitarse los vapores de agua y la condensación, sobre todo en los espacios cerrados.
Del mismo modo, como se consideraba que los malos olores eran indicativos de la presencia de aire viciado, una norma básica de higiene consistía en perfumar el aire. Como en el caso de las sangrías, se creía que los olores agradables limpiaban de los miasmas los órganos y la sangre. En cambio, la suciedad no suponía un riesgo para la salud; al contrario, se consideraba que servía para proteger la piel, del mismo modo que las pulgas o los piojos. Así era el mundo antiguo y sus absurdas supersticiones , parece que en el catarismo esta fobia no existia?