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Amo Te – La Divinidad Teomaterna del Amor Pasional

Administrador

13 noviembre 2022

 

DECLARACIÓN DE AMOR*

Te amo un millón de veces más que a una relicta e institucional,

¡oh, personificada Copa del Grial!

Fuente de las beatitudes de las moradas del paraíso.

Visión del rostro del Padre del puro amor por sus hijos.

 

Tu presencia en el mundo se multiplica,

Dadora – Buenadivinidad, Dadora-Buenamamaíta.

Sofía Pronoia un millón de veces más bondadosa.

Tabernáculo vivo del sosiego no terrenal, dichosa.

 

Contigo sueño y vivo. Adoro sobremanera.

Contigo me protejo de las luciferinas flechas.

No existe nada que Tú no puedas hacer.

Bonné. Amor Fino. Ágape. Minné.

 

Has venido de las buenas divinidades, del Reino.

Para adorarte a Ti . Para servirte a Ti .

Para confiarme a Ti por entero
he venido al mundo. Y desde mi corazón de pionero

te profeso mi Madre virginal,
que quita los sellos de la maldición ancestral,

mi Reina, Señora y Novia Divina,

que hacia el aposento más maravilloso guía.

 

Manifiéstate. Hazte un millón de veces más entrañable y cercana.

Aguardo la hora en la que Te veré con mis ojos, clara*

 

Amo Te, un código cifrado, el misterio del camino revelado, el nombre universal que habla por sí mismo sin necesidad de traducción ni explicación. No es posible apartar la vista de su rostro. Cuanto más la contemplamos más dialoga con nosotros. Miles de misterios e iniciaciones se abren. Fijaos en su rostro. Ella no mira directamente, pero su mirada nos abarca a modo de intuición penetrante. Del mismo modo, el anciano (y teoniño a la vez) que está en sus brazos tampoco la mira, pero la siente desde dentro sin necesidad de confirmación exterior. ¿Qué conclusión podemos sacar de este misterio contemplativo? Lo expresamos en esta oración poética teoinspirada:

Amo Te, Amo Te

Tu en mí y yo en Ti

Amo Te Amo Te

Perdona Madrecita Divina, perdóname

Amo Te , Amo Te

Amor fino, Minné

Uno puede preguntar ¿dónde está? ¿de que está hecho la escultura?¿quién la ha puesto allí? Pero realmente ¿acaso importa? No nos confundamos, los cátaros nunca han buscado idolatrar iconos, venerar apariciones exteriores o conmemorar santuarios a modo de ritual. Hablamos de esta figura solo como un ejercicio de contemplación, una práctica sagrada de consagración, una apertura e iniciación en la trobada interior. Sí, a lo largo de la historia se han encontrado muchas vírgenes en las montañas, en los árboles y ríos. Siempre ha sido motivo de alegría, sorpresa e incluso motivo de peregrinación, construcción de templos y confección de leyendas. Pero todo esto está en el orden exterior: está o no está. Se aparece aquí o allí. Pero el misterio de la trobada interior, la intuición penetrante de lo divino, es diferente. El alma que se consagra a Ella la siente desde dentro siempre y en todos los lugares. Ella está presente en cada momento de nuestra vida, e incluso en los momentos más desesperados de soledad, sufrimiento y desierto (aún cuando es imposible decir que está), Ella está más presente que nunca.

Fijaos en el anciano. Él tiene en sus manos el globo terráqueo. Él representa toda la humanidad. Ella a través de él, abarca a cada habitante de la Tierra. El teoniño – anciano no es cualquier persona, es el ungido especial por Ella que lo usa para expresar su amor, guía y gracia. El amor que representa es de una cualidad diferente que el terrenal, el eros romántico. Aquí se trata de Minné, el amor pasional teohumano. El anciano está especialmente consagrado a este amor y no es indiferente al sufrimiento de ningún habitante de la Tierra. Es por eso que él a su vez necesita el consolaméntum especial, ya que el sufrimiento sobrepasa lo límites.

Se habla mucho de la Compasión y la Presencia como valores espirituales importantes, pero muy poco se sabe como alcanzarlos de verdad. Los inmortales cátaros a través de Juan de San Grial (ancianos que han sido guiados a través del corazón de Amo Te), nos recuerdan que el camino de la compasión y la viva presencia divina es una consagración constante a la pureza. Sin la pureza virginal (la conciencia como un espejo indeformable sin manchas) es imposible sentir los impulsos divinos delicados y sensibles que quieren guiarnos. Los cátaros hablaban de 144 castillos divinos interiores (que se multiplican infinitamente) precisamente para hacer referencia a la profundidad eterna que se abre ante la viva presencia divina. El alma no experimenta miedo ante lo divino, sino apertura, inspiración, interés sagrado de encontrar más y más los latidos providenciales misteriosos.

La conciencia puede ser deformada (mezclada), puede ser estropeada (por traumas y heridas) o incluso quemada (viciosa, cuando ve en el mal bien y en el bien mal) y el Espíritu Omnibueno no puede penetrar a modo de intuición divina en los oídos de la persona. Solo la conciencia virginal, pura, libre de prejuicios y vicios temporales es portadora de los designios divinos. Por ejemplo, otro análogo a la intuición, es la obediencia al prójimo. En el idioma de los teogamitas eslavos (Los Bogomilos) la obediencia (paslushanye), no se refiere al temor de dios o el arrepentimiento ante la autoridad, sino la escucha adorante hacía la Madre guía que habla por boca del hermano y la hermana.  Padre Juan nos dice:

El hombre busca alguna guía, se apega a los maestros, a algunos hermanos mayores, a los libros sabios. Cada persona quiere tener su guía. Pero Cristo hablaba sobre los guías ciegos, y hoy estos guías ciegos son legiones. Y ellos, siendo ciegos, caen ellos mismos en el abismo y arrastran tras de sí a todos los que los siguen. Y la Madrecita Divina es una guía clarividente, es nuestra Guía Luminosa. Ella es la Odighitria, es genial. A Ella la han humillado tanto que ni siquiera la consideran como Salvadora, por no hablar ya de que Ella es la Guía. Para ellos Ella es guía solo en el icono, todo lo que tienen se reduce a los iconos de maderas y las estatuas de algodón pero esto es una patraña, son unas alucinaciones necrófilas.

Maní, gran ungido del siglo III (recordamos que Manicheo significa Hayya – Maní, es decir recipiente del maná puro en idioma arameo) hablaba de la importancia que el alma debe dar a la virginidad como una identificación instintiva interior. Las cinco hipóstasis divinas a través del Espíritu que acumula el aspirante (La plenitud del Espíritu pentecostal viene de Maní – penta es quintinidad sagrada, hace referencia a la Cruz Pentasolar) empieza por la Intuición divina, que representa la intención del alma, proveniente del Fravatí (El verdadero ser interior divino), de ser pura, tener buenos pensamientos, boca y obras. Las restantes cuatros son:

  • Gnosis Divina – La Sobreilumianción extática que ve el rostro del Padre unido a la creación en un todo
  • Conciencia Divina – La compasión teomaternal, compartir la cruz de la Reina Celeste
  • Razón Divina – El discernimiento sobrio de los espíritus y la victoria del bien sobre el mal
  • Voluntad Divina – La fuerza y paciencia de la bondad que se obtiene tras pasar los grados altísimos de iniciación en lo pasional. El Atlas que sostiene como homóforo, la propia cruz, la del hermano, de la comunidad teohumana y por último de todo el universo.

He aquí, el misterio de la virginidad como una apertura oceánica de inspiración y gracia en contra del monacato, la castidad o el celibato que enfatizan la prohibición, el control y el temor de dios. Es imposible hablar de unión (la sagrada teogamia entre lo divino y el hombre), sin profundizar en el misterio de la virginidad. Del mismo modo como es imposible entrar en el escalón de la verdadera compasión de los ancianos sin sufrimiento. Pero el sufrimiento pasional es un dolor consagrado bondadoso porque el alma está centrada en la unión por amor, no por miedo al castigo. Juan de San Grial nos dice: “Cuanto más bondadosa, más unida. ¿Y qué significa unirse a Ella? Unirse significa hacerse su novio. ¿Y qué significa hacernos su novio? Es hacerse el novio del Aposento Nupcial. ¿Y qué es esto? Aquí nos callamos, son los sellos que pueden comprender solo los virginales.

La compasión, es una cruz con-pasional. El alma consagrada al servicio espiritual no está centrada en sí misma y sus sentimientos, sino arrobada por un amor extralimitado, busca como ayudar a sus prójimos sufrientes: despertarlos, servirles, curarlos, inspirarlos, compartir la buena nueva, enseñar, acompañar, escuchar, coger sobre sí los golpes, perdonar, aguantar errores…, la cruz del amor pasional divinizador implica un gran sufrimiento que sin la revelación de Minné nadie está dispuesto a decir que Sí. Es fácil decir que se es cristiano o que meditando en una esterilla se siente la compasión por el sufrimiento de los heridos en las guerras…, pero la convivencia corredentoria, la hermandad virginal que empieza por “dos en un caballo” (donde verdaderamente se comparte tanto la cruz como las victorias), es el verdadero cristianismo y budismo meditativo.

Recapitulemos, la presencia meditativa no significa que estoy atento y libre de juicio ante la realidad que observo como una película, sino que estoy conviviendo con conciencia con el prójimo. La presencia divina es ver al prójimo de modo puro y saber convivir con él en plena unión. Es interesante como en el idioma eslavo la palabra conciencia, no se refiere a la percepción autoreferente (sea cual sea su nivel, ser consciente de…) sino, “So-viest”, (que significa co-mensaje), se refiere al diálogo con la divinidad viva en el prójimo. Lo que implica arrepentimiento, pureza, anhelo de servicio sagrado, unión en lazos virginales y procurar divinizar antes al prójimo que a tí mismo: así se cumple el voto del bodhissatva de verdad (he venido a este mundo para entrar en matrimonio con la humanidad a través de la sufriente humanidad)

Igualmente la compasión no es tanto la capacidad de sentir empatía y comprensión hacia el sufrimiento de los demás, sino haber pasado por lo mismo en propia experiencia. El entendimiento y el altruismo motivado por esta compasión solamente lleva a una ayuda superficial, aparente y con un grado de búsqueda inconsciente de merecimiento propio. En cambio, la compasión cátara se refiere a la consagración pasional a servir a la Reina Celeste en nombre de toda la humanidad, lo que implica el sufrimiento completo del proceso de divinización de cada ser humano. Subir la escalera de divinización que los ancianos-inmortales como Juan de San Grial nos abre para poder vencer el dolor, el miedo, las enfermedades y la muerte. Uno no entra en beatitud y se queda allí, sino que por amor al prójimo mañana es posible que toque sufrir, y así hasta que todos lleguén a entrar en el océano de Minné de beatitudes donde el sufrimiento se convierte en amor. La vida bajo Minné (cuando se trata de ser uno con Madre Divina), incluso las aflicciones se convierten en consentimientos beáticos que los mártires experimentaban para expiar y ayudar a los demás a despertar y aligerar su cáliz de pecados. Hoy el Laurel ha reverdecido gracias al gólgota cátaro-solovkiano de 2000 años de sufrimiento alegre.

Padre Juan:

La divinización de una persona, así como la encorpulación de una divinidad, asume unas entradas ungidas y misteriosas. La unción es necesaria para superar el sufrimiento, el dolor, el infierno, las enfermedades y los miedos con una vela encendida de un amor apasionado y ardiente por lo divino y toda la creación. Los cuatro enemigos eternos del hombre – la carne, el mundo, el demonio y el pecado son insignificantemente pequeños para Ella [Sofía – la Sabiduría Divina]. Para Ella el poder del amor es más importante que la victoria sobre el dolor (no el entumecimiento del dolor, sino lo pasional), la muerte (no la huida, sino el lecho nupcial) y el infierno (justificación de lo divino incluso en el infierno). Sin Ella quedamos huérfanos y apartados. Ya no funcionan los criterios de los santos padres, inteligentes monjes… Con un movimiento de Sus manos los cerberos en cadena, los inquisidores, los embudos lunares y la hábilmente ajustada máquina de los falsificadores de iglesias desaparecen como si nunca estuvieran allí. 01.06. 2003 en Mikhailovskoye [1]

Entrar en el camino espiritual sin ser guiados por los ancianos mártires (que se han inmortalizado al pasar por los distintos grados de sufrimiento y vencimiento de la muerte) es una gran ilusión, además de una tentación retrógrada (pérdida de virtudes ya adquiridas). Los ancianos no hablan de compasión o atención amorosa, sino que actúan a través de la cruz pasional, guiando, mostrando, sirviendo y cogiendo sobre sí los errores del aspirante como una madre hacía su hijo. Están encomendados a la Reina Celeste y sus caballeros al 100 %.

Amo Te, es la Gran Madre amorosa de la humanidad a través de sus ancianos ungidos, sus servidores melquisedeques que aceptan ser pioneros del amor pasional. Ir por delante, abrir y despejar el camino divino a los más débiles y sufrientes que no pueden por sí mismos. La gracia del camino espiritual se obtiene a través de compartir la cruz de la vida en la hermandad y vivir bajo la guía de los ancianos. Es entonces cuando Amo Te, visita tu interior como una fresca intuición de presencia consoladora que ayuda a pasar los peores momentos con alegría, unión y fortaleza divina.

Juan de la escalera, gran anciano iniciado en los desiertos pasionales decía: [2]

Una cosa es la providencia de Dios; otra, su ayuda; otra, su protección; otra, su misericordia; y otra, su consuelo. La providencia de Dios aparece en toda la creación; su ayuda, en aquellos que tienen una fe activa; su misericordia, en sus servidores; y su consuelo, en los que lo aman. A veces, lo que para uno es remedio, para otros es veneno y, a veces, lo que se le administra a una misma persona si es el momento oportuno, le sirve de remedio, pero dado en mal momento se convierte en veneno.

Amo Te es el consuelo de los especialmente consagrados a Ella, de aquellos que la defienden, la escuchan y la alaban no solo con palabras o en actos rituales sino compartiendo su cruz de iluminar la Tierra con sus vestes de bondad, pureza y amor eternos. La Reina Celeste Amo Te, está concibiendo hoy en día a través de su teoniño anciano Juan de San Grial y las damas y caballeros honorables que le acompañan, las bases espirituales de la Teocivilización del futuro. Unirse a esta misión, compartir cualquier tarea, obediencia, proyecto inspirado y acompañamiento es la obtención de la mayor gracia que se puede obtener. Los Santos Inmortales la regalan hoy desde el Grial inagotable a los que escuchan y siguen el camino cátaro.

Bendice Madre Amante
Guía adorante
Ve tú delante, tú delante, tú delante, tú delante
Convierte, Salva al Mundo
Perdona, Paz

El signo distintivo actual de la Tierra es la Teoengendradora con el teoniño en sus brazos, lo que significa que el eje mundial ha cambiado hacia la nueva Edad de Oro. No se refiere a una era matriarcal o patriarcal, sino al misterio de la Concepción Inmaculada de su seno virginal de una nueva Teocivilización. Una civilización de Cristos, Budas, Minnesingueres, cantores, poetisas y damas virginales mirróforas. Pero primero, uno mismo debe entrar en su seno.

Juen de San Grial:

Madrecita Divina, en todos los siglos te escuchaban solo unos pocos. No hay nada nuevo, tanto hoy como en todos los siglos te escuchaban unos pocos, pero hoy tienes tantos caballeros y mujeres mirróforas virginales. ¡Gente! La Teoengendradora con el niño es hoy el distintivo central de la Tierra. Ha llegado el fin de las Guerras mundiales, de los ataques enemigos humanoidales.

 

Elevemos la mirada. En los cielos el distintivo de la Tierra tiene que ser indicado para que al mundo puedan descender las buenas almas, las divinidades. Y este distintivo de la Tierra número uno es asombroso. Este distintivo es la Teoengendradora con el niño. Ya no es ninguna reminiscencia de dos mil años de antigüedad sino la señal del nacimiento de la nueva Tierra. ¡Maravilloso! Y nosotros estamos bajo la señal de este distintivo. Somos lo cocreadores de esta nueva humanidad. El laurel ha reverdecido, la rama juánica. Y la Tierra se crea de nuevo, de nuevo, de nuevo.

 

Hermanito, despiértate, no tengas pereza, dirígete a la Madrecita Divina viva y Ella te escuchará y responderá a la pureza de tu caballería hermosa. Y tú, de tu caballerosidad hermosa, y tú, doncella mirrífica, mujer mirrófora, mira, pronto medio mundo va a pedir permiso para entrar en el Barco Blanco. Y Ella desciende del arcoíris y baila con nosotros en corros en los campos de Haroldsbach y Covadonga.

 

Ella ha descendido del arcoíris y no es ninguna dimensión virtual, es la realidad que han visto cientos de miles de personas. Ella está sellada por los malvados pero nosotros, que tenemos los buenos sellos, decimos que he aquí la realidad. Y no es la realidad que está mencionada en sus leyendas, congresos, concilios panzudos y escrituras, no. Es la realidad que se creaba ante nuestros ojos en la generación anterior, todavía están vivos sus testigos. Están vivos los testigos de Ezkioga y Garabandal. Está viva Conchita González y está dispuesta a regresar a Garabandal. Pero si lo hace, la van a despedazar la inquisición mariana actual.

*  El Salterio de la Reina Celeste (2017), Declaración de amor. pág. 179

[1] Juan de San Grial (2002). Solo Sofía, pág. 17

[2]. SanJuan Clímaco (662). Escalera Espiritual

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