Reportajes Nocturnos de la Jerusalén Celestial (Diarios de Juan de San Grial)

DEL DIARIO

Oh, Purísima Señora, ¿tendré tiempo para expresar lo que debo revelar al mundo? ¿Cuánto caminar me queda, a despecho de esta rutina y contracorriente, contra la oleada de pensamientos y la riada de maldiciones ancestrales? El Árbol de la vida se ha detenido en medio del torrente generacional. ¡Abre tu flor, extiende tus ramas! Llámate Inicio Inmaculado, nómbrate Inmaculadez Original.

— Extiende tu mano, toma del Árbol de la vida. Come su fruto y vive para siempre.

*

Soy padre de la Iglesia de la Inmaculadez Original. Yo soy aquel a través de quien se anula el arbol del conocimiento del bien y del mal, y de la civilización de los macrocéfalos con cabeza de huevo gigante, con hidrocefalia intelectual, racionalismo y con lentes en sus miopes ojos de rata.

¡Sé anunciado, hombre nuevo, Evangelio del Homo Seraphicus ! ¡Ábrete, universo nuevo! ¡Abríos, cofres, firmamentos, cielos y puertas! ¡Ven, revelación de Cristo! ¡Desciende del archipiélago de Solovkí, Segundo Gólgota! ¡Retumba, gloria del Monte de los Olivos ruso! ¡Ángeles, acosad a la horda farisaica! ¡Resucita de entre los muertos, Elías héroe de Murom*! ¡Sal de tus sótanos grises subterráneos, de tus malditos calabozos y prisiones! ¡Resucita, Iglesia eterna de Catacumbas!

Post Scriptum   02.09.2004

* El bogatyr, héroe épico ruso, según la leyenda estuvo paralizado desde joven durante treinta años y luego fue iniciado y despertado por los ancianos blancos. (N. del T.)

Cualquier intento de explicar quién es realmente Juan de San Grial resulta insuficiente e ínfimo. Es poeta, músico, filósofo, historiador, pensador, escritor de más de quinientos libros, fundador de una nueva escuela musical revolucionaria… Su literatura constituye por sí sola la construcción de un nuevo paradigma: el del bien.

Pese a haber atravesado un largo camino de búsquedas y de pruebas muy arduas, ha guardado la firmeza de espíritu siendo la personificación del camino excepcional que transitaron todos los grandes mensajeros de civilizaciones y mundos luminosos. Un anciano amoroso y claro, portador de la esperanza del renacimiento espiritual de la humanidad.