Escuela Cátara nos presenta el modelo vivo del misterio elevadísimo que nosotros nombramos Teomatrimonio. El matrimonio incomprensible entre el ser humano, Divinidad y la Naturaleza. Miente, calumnia, aquel que enseña sobre Dios separándolo del ser humano y piensa sobre el ser humano ajeno a Dios. La tradición cátara, a diferencia de todas las demás, basa su filosofía en un argumento del ser humano y Dios son uno solo, un todo. Aun habiendo cometido un error al dar su consentimiento para el Remodelado de Adaptación y aun estando una quinta parte demonizado y reptilizado, el ser humano permanece en un todo con la Divinidad suprema.
El ser humano, a pesar de haberle sido inyectado ADN basura de las galaxias oscuras, el cerebro reptil y los instintos animales, interiormente permanece la divinidad. Solo necesita que alguien lo justifique y esto le ayuda a detener su movimiento hacia el mal, hacer un giro de 180º, hacer un giro interior de Copérnico y empezar el movimiento hacia otra dirección. No hacia atrás sino hacia los cielos abiertos, hacia la nueva estrella que se ha encendido hacia la Nueva Atlántida donde brilla por todos los mundos el castillo de Oro del Grial Sagrado, de las beatitudes teogámicas.
El Barco Blanco Fraternal anuncia el Milenio de la Teoengendradora que ya ha empezado. No, nosotros no queremos construir nuevos templos sustituyendo los viejos del Antiguo y el Nuevo Testamento y enriquecernos con nuevos dogmas, ritos, cultos, con la magia ritual. El Milenio de la Teoengendradora significa Su presencia directa e inmediata en nuestra vida cotidiana, de la mañana a la noche. Ella permanentemente brilla como el sol interior y en las esferas sobrecelestiales, con los ideales que llaman a la Teogamia sagrada. Cualquier cosa que hagamos, ya sean actos de misericordia, construyendo castillos de los caballeros, los barcos blancos, o realizando actos creativos: música, poesía, artesanía. En todo está la participación directa y la presencia de la Diosa Blanca. Y en esto consiste la diferencia principal del Nuevo Milenio de la Teoengendradora: conseguir ver a la Madre Divina en el prójimo. Esta es la cima del trabajo interior.
Hay que ver qué pobre e infeliz, huérfano, es el humano contemporáneo cortado de sus padres celestiales. Que se ha olvidado ya hace tiempo de su Padre y Madre amantes, que se han vuelto locos por la lujuria, poseídos por las pasiones bajas hundiéndose más y más a diario en el infierno interior, enredándose en las redes de los programas zodiacales fatales. Perdiendo toda esperanza y desilusionados del orden de este mundo, consciente o inconscientemente cada uno interiormente grita a su Madre celestial pidiendo ayuda. Como el que se acuesta en el tálamo de enfermedad por un ataque enfermizo o un ictus, llama a urgencias casi perdiendo la conciencia, con las manos temblorosas marca el número de teléfono para llamar a urgencias. Y Ella, adelantando los plazos, el espacio y las direcciones, instantáneamente reacciona a cada gemido, grito, lágrima. Reacciona inmediatamente con su oído (de las cresolas), escuchando la nota del dolor cordial de cada uno y de todos. Y no solo de los humanos, sino también de los animales, de los peces, los pájaros y las plantas en miles de millones de mundos. ¡Qué escala inaudita! ¡Qué grandeza de compasión, de misericordia y de bondad!
La humanidad anhelará seguir el Camino Nuevo maravilloso que nosotros hoy nombramos el camino de la Divinización. Las almas descendidas del cielo, las almas inocentes nos adelantarán en el desarrollo espiritual, y al principio nos nombrarán a nosotros padres, madres espirituales, hermanos y hermanas espirituales, estas nos superarán 100 veces en pureza, en misericordia, en bondad, y nosotros con gran alegría vamos a extenderles nuestros cetros, nuestros tronos, y estaremos felices de arreglar juntos la Ciudad Jardín que brilla con la luz divina.
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