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Llaves de Oro para la Inmunidad Física y Espiritual

Administrador

16 marzo 2020

Hoy en día, en contra de las enfermedades y el mal (físico, social y espiritual, los virus, la corrupción, y la orfandad espiritual, el hombre necesita la inmunidad intachable. La in-munio (internamente protegido, amurallado) implica estar amparado, tener defensas lo suficientemente fuertes y saludables como para eliminar cualquier ataque e invasión por muy pequeña que esta sea. No puede haber inmunidad sin una preparación previa y conocimiento de lo hay que protegerse. La debilidad sea física o espiritual es la primera entrada del mal en lo interior.

Desde la perspectiva cátara se tiene en cuenta todas las dimensiones de la existencia, pero la raíz espiritual es la primera y fundamental a tener en cuenta. Toda manifestación de cualquier fenómeno tiene un origen espiritual. En las enseñanzas cataras se distinguen dos inicios como absolutamente contrarios y opuestos. El inicio inmaculado de la vida del que proviene el alma y el inicio de la enfermedad, degradación y muerte. La lucha principal y el escudo contra el mal es a nivel espiritual. La distinción de espíritus, la acumulación del bueno y el rechazo del malo es la principal práctica de las escuelas místicas arquetípicas.

Por el contrario, la mezcla del bien y del mal da lugar a una mimetización, por lo que los “patógenos” se presentan como “familiares” y el organismo queda vulnerablemente expuesto a las influencias del mal. Por ello los cátaros, bogomilos, indígenas y muchos otros pueblos arquetípicos no solo aspiraban a la pureza, sino que estaban enfocados en prácticas que propiciaban la inmunidad, es decir, la inmaculadez, la salud y la sobriedad de espíritus (distinción de sus raíces y fuentes) para prevenir cualquier otro mal que pueda aparecer en el futuro. La vida se prolonga desde 84 a 150 y hasta la inmortalidad cuando hay un camino claro para transitar por ello. Los ancianos cátaros y bogomilos vivían entre 120 y 150 años, al mismo tiempo que llevaban las cruces más pesadas. Serafim de Sarov , Serafim de Solovki y Porfirio Ivanov, dijeron sobre ellos mismos que podían llegar a no morir. Dejaron la Tierra no por razones de salud, sino porque habían concluido su misión.

El sistema inmunitario del hombre moderno está en un estado catastrófico. ¡No se trata solo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida de los humanos (SIDA), del coronavirus y otras enfermedades psicosociales actuales, sino de la enfermedad de nuestro planeta en general! Miremos el ámbito que miremos hay contaminación: humanoidal, chemtrails, alimentos transgénicos, aires y aguas contaminadas, corrupción y violencia social, enfermedades mentales crónicas e incapacitantes, desigualdad, hambre y desastres naturales, conflictos interreligiosos y orfandad secular; es evidente que lo primero que hay que tener en cuenta es despertar a la realidad espiritual aprendiendo a discernir el buen espíritu del malo.

Los ancianos cátaros enseñaban: “Al principio el mal se presenta como algo nuevo, prometedor y placentero – a pesar de la no aceptación de la mayoría- , después se introduce y adapta en el hombre provocando cambios duraderos y profundos y por ultimo se manifiesta en múltiples formas a cada cual más tenebrosa: confusiones, dudas, adicciones, depresiones, fobias, infecciones, cáncer, accidentes, caos social , psicosis y muerte”. Contra toda la inmundicia, el malestar y la muerte, los cátaros proponemos las siguientes llaves:

   1.  La primera llave de oro que los Cátaros comprendían como fundamental es dirigirse y permanecer bajo el amparo de la misma fuente inmaculada. Consagrarse a ella. Uno de los nombres de Madre Divina con el que se reveló en 1858 es la Concepción Inmaculada. Ella, limpia, purifica y pone defensas contra cualquier circunstancia, virus o mal y teje cuerpos puros. La consagración a la Virgen y sus instrumentos guías es el primer paso. Los cátaros distinguen con nitidez la manifestación de la Madre Divina en el ser humano cómo la acción del Espíritu Omnibueno, por lo que la Virgen no es una categoría religiosa, escolástica o utópica, sino la fuerza espiritual acumulada por una persona que solo la puede otorgar ella.

    2. Las revelaciones de la Reina Celestial. Un bebe necesita ante todo la leche maternal para fortificar las defensas y madurar su organismo. Del mismo modo la humanidad necesita la “leche de la Reina Celestial” como guía. Por ello, las revelaciones actuales de Madre Divina a Juan de San Grial son el antídoto infalible contra el mal, la confusión y la orfandad espiritual. El hombre escuchando el verbo musical de la Madre Divina se convierte en un teoniño, tenga 14, 30, 60 o 120 años. Revelaciones, poesía, meditaciones, y talleres de sabiduría mística existencial envuelven en un aura protectora y dan inmunidad. 

   3. La tercera llave es la catarsis (purificación). El proceso por el cual se eliminan los patógenos y compuestos enfermos, sean estos en forma de virus, impulsos, patrones y roles psicopatológicos o espirituales (envidia, agresión, lujuria, etc.). La catarsis de la lujuria del mundo (deseos, apegos, relaciones materiales vetustas y programas ancestrales) da inmunidad y fuerza espiritual. Una ley espiritual simple es que el mal (in­cluido el veneno químico) solo puede afectar a aquellos que tienen compues­tos mezclados, corruptos . Por ello la catarsis es importante, para ir logrando paso a paso, con paciencia y pequeños esfuerzos la pureza, que va a ir impidiendo que el mal y la enfermedad nos afecte. Los perfectos cátaros lograron alcanzar esta pureza en la cual, el mal no los tocaba. En el grado espiritual del perfecto se tiene mayor escudo e inmunidad contra el mal. El objetivo ultimo de la catarsis es eliminar todas las partículas y compuestos corruptos de lo interior y volver al estado original del hombre. Este proceso se lleva a cabo a través de la guía misericordiosa de los ancianos y ancianas de las comunidades cátaras.

    4. La bonofilia. Amar la bondad. La bondad es capaz de cambiar el mundo. No entiende de religiones ni de razas ni de ideologías. Amar la bondad es igual a amar al ser humano. ¿Hacia que dirección iría el mundo si las personas nos rigiesemos por la bondad? ¿Cómo sería Europa si no hubieran sido exterminados los cátaros? Hoy ponemos en su lugar a La Bondad, no como algo débil o sin sentido, sino como el centro necesario de la existencia capaz de cambiar la sociedad tal y como la conocemos hoy en día.

    5. Alimentación vegetariana. El vegetarianismo como estilo benévolo de alimentación que trae la salud física y espiritual. Ya que se está en armonía y unión con todos los seres vivos. Pachamama como manifestación de la Madre Tierra invita a la naturogamia: la unión virginal con la naturaleza pura. El hom­bre debe vivir rodeado de aire limpio, agua limpia, alimentos puros. Ademas el deporte y estar en buena forma física da fuerza y templanza contra la debilidad y el estancamiento.

   6. Sinritmia. Reducir el estilo de vida estresante y buscar estar en esferas armónicas, naturales y conectadas al Espíritu Bueno. A este estado vital los cataros lo llamamos vivir en Sinritmia. No es un ritmo rápido ni lento, sino un ritmo ecuánime, unido al corazón espiritual. Sin importar si estás en el trabajo, en la calle o en una reunión, los pulsos vitales de las esferas espirituales implican una armonía con todo lo viviente. La vida sinritmica es una existencia al ritmo del corazón. Estar en sinritmia es estar al mismo ritmo que el aliento del Univérsum, con sus miles de seres y planetas buenos, además de sentir al prójimo y la naturaleza próxima. El corazón sano late a 60 pulsaciones por minuto al unísono con toda la creación. La concentración de la mente, la oración meditativa, la contemplación y practica de las virtudes cordiales lleva a la paz y el sosiego. Estamos constantemente estresados, con horarios disparatados, pensamientos egocéntricos y movimientos físicos sedentarios o forzados, estar en sinritmia es dejarse guiar por los impulsos del corazón.

  7. El servicio desinteresado. Si anhelas la perfección, por favor, multiplica como práctica el servicio desinteresado a los prójimos. Sirve con el único motivo del amor y la compasión. Si todos nos uniéramos como una gran hermandad no habría motivos de guerras y enfrentamientos. Servir activa las defensas y pone en marcha la expresión ultima de uno mismo, ya no se estanca en sedentarismo egocéntrico, sino que se entra en un círculo de la vida. Todos somos uno. En el escalón del servicio desinteresado se abren las puertas del corazón espiritual y el amor se convierte en el único motivo para servir. Pero para que sean puras nuestras motivaciones, es necesaria la victoria absoluta sobre el mal interior: el doble interés, la lujuria, la usurpación, el mammón, el racionalismo (argumentos lógicos), el reconocimiento personal, buscar compensación…, de este modo se sirve a la propia divinidad en la persona del prójimo, desaparecen los intereses y el egocentrismo. Las relaciones se convierten en un intercambio espiritual virginal maravilloso.

   8. La virginidad como estilo de vida. La virginidad no solo a nivel físico, sino mental y espiritual. Por ello, la pureza nos invita a cuestionar toda nuestra vida. Vivir buscando y aceptando la última verdad.  La sobreinformación actual de los medios de comunicación y la confusión general de la historia del mundo deja indefenso al ser humano. El peor virus de la información es la mentira. Vivir bajo una cascara de ilusiones lleva a la confusión, debilitamiento y la toma de decisiones erróneas. La virginidad implica estar libre de dogmas, ideas preconcebidas y prejuicios. La virginidad no como castidad y celibato, sino como la expresión sincera del corazón espiritual: el intercambio sano con los prójimos bajo los estatutos de la bondad, la transparencia, la igualdad, la hermandad, etc.

  9. Acumulación del Espíritu Clarosanto. Las escuelas espirituales arquetípicas son auténticas precisamente por estar enfocadas a conocer, acumular, desarrollar y compartir el Buen Espíritu. El Espíritu Clarosanto es el aliento Divino que une a la creación en un todo. La acción del Espíritu es la plenitud de la existencia, es decir, ves al ser humano en una paloma y la divinidad en el ser humano, no hay separación alguna. La alegría espiritual, la no violencia, peregrinación y reunión con candiles y caballeros espirituales otorga fortaleza, armonía y paz. Los cataros abarcan en su corazón a toda la humanidad y seres comprendiendo que son hipóstasis únicas de la buena divinidad. Para ello se emplea la espada intachable: la sobriedad entendida como la sabiduría que distingue los espíritus: el mal del bien, la enfermedad de la salud, la mentira de la verdad, el buen camino del malo, etc.

El Laurel Reverdecido es la inmunidad actual para la Humanidad. El profeta cátaro Guillem de Belibaste, en el siglo XIV, dijo: “Después de 700 años, el laurel reverdecerá”. Hoy en el siglo XXI los Cátaros han florecido no solo en Europa sino en todo el mundo. La humanidad necesita ser vacunada  principalmente con la inmaculadez, la bonhomizacion, inmortalización y la virginización.

 

La información compartida en este articulo esta extraída del nuevo  libro de seminarios de Juan de San GrialPaseos por el Jardín paradisíaco, 2019. 

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1 Comentario

  1. Juan de Bonne

    La unión fraternal, bajo el manto de la buena Divinidad, es la llave para vencer el mal y todo aquello que lleva a la separación de los individuos.
    Gracias por esta perla.

    Responder

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