La Dinastía Parta de Cristo y la Teoengendradora

¡El fragantísimo Pergamino Parto, lleno de inspiraciones sagradas, aclarará las mentes y los corazones, cambiará la imagen del mundo, que en gran parte ha sido definida por la Inquisición Romana, la conquista y el catecismo, por la teología obligatoria-bajo-pena-demuerte! Él restaurará la virginidad hiperbórea, la infancia evangélica de Cristo. Inspirará a muchos cristianos para que realicen hazañas de fe, reavivará las lamparillas y velas de la fe en Cristo que habían sido apagadas. Convertirá a muchos de los que atestiguan sobre sí mismos:“Yo creo en Cristo, pero no asisto a la iglesia”. Miles de mentes se iluminarán, y muchos que creen fielmente en Cristo y la Madre Divina serán despojados de las maldiciones del dragón, los abandonarán miles de dudas, absurdidades y disparates.

¡Cuántas cosas quedarán claras cuando se sacuda el pesadísimo polvo de los infolios ortodoxos medievales! Se esfumará el miedo al castigo después de la muerte y el pecadocentrismo relacionado con él. Se disipará la nube de niebla venenosa que se ha cernido sobre los judeo-cristianos desde que, en el año 33 después del nacimiento de Cristo, los marcianos-romanos y los selenitas-judíos sellaron un pacto criminal para apoderarse del espacio mundial: firmaron el primer memorándum globalista, que trajo consigo océanos de sangre inocente derramada, la conversión forzosa a la fe “católica universal”.

¡Por fin será eliminada la prohibición para glorificar a la Madre Divina infinitamente, sin límites de dogmas y rituales! ¡¡¡Y el corazón se ensanchará como el fuelle de un acordeón, cuando el tiempo infinito, Zerván Akarana, se multiplique por el espacio infinito!!!