Hiperbórea en América (La civilización de Cem Anáhuac , ” los que viven juntos”)

El alimento en el Paraíso americano era la miel, la cual bebían los primeros hombres de América, los itzaes, en honor a la imagen del Sol, pues ellos mismos requerían de esa divina comida por ser las imágenes terrestres del Sol. Esta memoria indígena maya, que fue rescatada en el siglo XVI, con recuerdos muy frescos de largos períodos anteriores a la llegada del cristianismo europeo, representa un poderoso vestigio que respalda el acierto del autor de llamar a este continente el “nuevo proyecto atlante de una civilización divina”. 1

Juan de San Grial vuelve a poner en vigor aquellos antiguos recuerdos, nunca olvidados del todo, que no pudo aplastar la conquista española: personas de una belleza admirable, ajenas al mal, la presencia de una ciudad celestial descendida a la Tierra, donde no se conocía la corrupción de la muerte y la habitaba el pueblo más bendito del mundo… entre muchas otras características, como el lenguaje de los desaparecidos “sabios-sacerdotes del agua”, los itzaes, que, así como bruscamente desaparecieron, también inesperadamente volverán en estos tiempos.

El mensaje de Juan de San Grial en estas páginas es profético, tal y como antes fue el de los divinos sabios itzaes poco antes de desaparecer bruscamente en el regazo de los brillantes dioses: “Cem Anáhuac* no desapareció, sólo se escondió durante un tiempo”.

Uno de los libros secretos que se le han abierto a Juan de San Grial es el del Gólgota americano. Vale decir, el de la sangre del Cristo tolteca-itzae-amautarenü-reche derramada en la calzada de Tenochtitlán o sobre las nocturnas y frías piedras del alto camino Inca. Se trata de la revelación del significado secreto de este genocidio y del infinito sufrimiento de ver pisoteadas las perlas y esmeraldas espirituales más bellas que la humanidad haya conocido. Este paréntesis de la historia ha terminado. Al parecer fue el precio que hubo que pagar para que, en un tiempo futuro, el mismo que hoy se está iniciando, la nueva humanidad mestiza del continente americano, un resto de aquellos mismos sabios que regresan, puedan desellar las puertas de la Ciudad Interior de los Dioses.

Ziley Mora, En junio del 2020, desde Coihueco, un pueblo ubicado en las faldas chilenas de la Cordillera de Los Andes