Haydn. Sinfonía Nr. 104

La última sinfonía de Haydn. Es su réquiem, es su última gota para la hermandad de los martires del amor. Los sufrimientos terrenales, que se trasladan a una beatitud no terrenal (menueto es la música de Minné) en los cielos, y aún más alto que en los cielos: los alegramientos jubilososo del Cielo Altisimo.

!Genial! Haydn aquí se permite la tragedia, el dolor, las lágrimas que se coronan con la alegría mñas luminosa de su vida: la hermandad inolvidable de os alumbrados, iluminados que fueron posteriormente prohibidos, en su mayoria aniquilados y ejecutados. En los hermanos resplandecña el sol de la luz suprema, y aojos vista se transfiguraban en divinidades, libérandose de todos los prejuicios, olvidando quien de entre ellos es conde, principe, criado…

En memodria de esta gente luminosa, Haydn dedica su última Sinfonia musical, en el cual el mal es vencido por el amor, la misericordia y la bondad.

       Juan de San Grial