Teo (dios) antropo (hombre) naturo (naturaleza) gamia (matrimonio)
Teoantroponaturogamia es el nuevo, revolucionario y genial término que resume en una sola palabra la magnificencia de las leyes espirituales universales.
La espiritualidad verdadera es sencillamente esto: estar en unión con los prójimos y lejanos, con las divinidades bondadosas y con la naturaleza.
Pero, pese a que nuestra alma reconoce muy rápido este concepto como un ideal, es difícil conseguir que se pueda manifestar en nuestra Tierra, nuestro planeta, nuestro hogar, la teoantroponaturogamia. Y es que este misterio ha sido ocultado a la humanidad durante milenios.
Para borrarlo se nos presentó un Dios que no necesita del hombre puesto que es todopoderoso, así como distante e inaccesible (en un cielo, en un trono…), menos aún Dios necesita de la naturaleza ni de los buenos animales, a los que incluso los reclama en sacrificio. A su vez, la humanidad ha aceptado la imagen de liderar la cadena alimentaria y se ha llenado del espíritu de conquista (entre territorios, especies, razas y géneros). Para el Homo sapiens actual, la rapacidad, la competición y la desconfianza forman parte de su día a día.
Este es el motivo por el que la humanidad está degradada y confusa: los lazos invisibles entre la tríada dorada Dios-Hombre-Naturaleza están destruidos.
Pero según la visión cátara, la unión sagrada se manifiesta de otra manera: las buenas divinidades no se separan de sus hijos y hermanos te la Tierra ni un segundo. Interceden constantemente en nuestros destinos, nos ayudan, guían y protegen. Nos respetan, ensalzan y adoran porque para las divinidades bondadosas el hombre guarda en sí, oculto, un tesoro espiritual más elevado que el que se regala en los mismos cielos. El hombre necesita de Dios de la misma manera que Dios necesita del hombre porque, según las leyes del libre albedrío, de la elección del hombre depende la victoria de las divinidades.
Y precisamente de la mano de Dios es de donde viene la buena naturaleza, como regalo a la humanidad.
Los bosques no solo nos regalan oxígeno y agua. Nuestros hermanos árboles tienen un alma especial que alberga en su interior un derramamiento incesante de amor por los demás. Y esta es la existencia real sin la cual la vida no tiene sentido: servir a los demás sin esperar nada como respuesta.
Y los animales bondadosos… nos traen el agradecimiento eterno que no conoce límites, la fidelidad hasta lo último, la asombrosa ausencia de rencor.
Podemos decir que la teoantroponaturogamia es considerar una igualdad sagrada (en derechos y deberes) entre Dios, humanidad y naturaleza. Es ver con ojos propios a Dios en la gente y en la naturaleza.
¿Quién podría entonces creerse con el poder de quemar una montaña o contaminar un río si son divinidades? ¿Quién podría atreverse a comer un corderito si el mismo Dios como suma de la bondad está impreso en él? ¿Quién abandonaría a un perrito si su alma tiene la plenitud divina?
Igual que el simple y maravilloso hecho de que una flor se convierta en un delicioso fruto con el que alimentarnos, el Grial teoantroponaturogámico se llena con el corazón de las almas que viven por la bondad y se derrama desde la Tierra y el Cielo nutriendo a la buena humanidad.
Y ahora es el tiempo de la restauración de estos lazos dorados invisibles (¡pero visibles!) y el hombre ha de tomar la decisión consciente de seguir por el camino de la acumulación del buen espíritu teoantroponaturogámico. Y vivir, en este mundo, hoy y no mañana, como hermanos entre Divinidades, hombres y animales en nuestra Tierra.
Me parece interesante volver a la unidad partiendo de las múltiples formas de ser. Precisamente está integridad da sentido y funciona como una fuente motriz de intercambio entre las esferas. Ahora se comprende mejor la transubstancisción y la inmortalidad de la vida , es un flujo interminable de diálogo transformador. Maravilloso!