Hay dos inicios en el hombre: el de dios y el de reptil. Y, ¿esto qué quiere decir? Pues que cada individuo está llamado a elegir y desarrollar uno u otro inicio: el de reptil o el divino.
Los humanoides, quienes se consideran ser los grandes maestros y salvadores de la humanidad, son seres malvados por definición; carecen de corazón. En sus oscuras civilizaciones reina el mal. Su ley fundamental es la violación y el asesinato. Cuanto más malvado seas, más poderoso serás, y cuanto más bondadoso, más miserable.
Por supuesto no están interesados en que se desarrolle el inicio divino en el hombre. Tampoco el gobierno mundial, los ufólogos, los tecnócratas ni numerosos políticos y artistas que se han vendido habiendo pactado con ellos.
Al contrario: bajo el progreso científico moderno se propugna la humanoidización como ideal.
Siendo los humanoides cien por cien reptiles, para ganarse la confianza de los terrestres, adoptan diferentes aspectos a cuál más perfecto y atractivo.
Según afirman muchos contactados, los alienígenas que se les aparecían tenían el aspecto de antropoides altos (más de 2 m de altura) rubios y con ojos azules; un aspecto estereotípico de la ‘raza nórdica’, que resulta atractiva y agradable para los humanos. En la jerga de los ufólogos, les llaman ‘daneses’ o ‘nórdicos’ (o más conocidos en el contexto de la new age como “pleyadianos”). Se cree que bajo el patrocinio de estos “rubios nórdicos” se encuentran los gobiernos de algunas potencias mundiales.
Ellos se muestran benévolos con los terrestres, pero no es mas que una mentira creada por su mimetismo porque en realidad tienen planes perniciosos y van en contra de la humanidad (!)
Gurdjíeff, el maestro parisino que en tiempos de Hitler y Stalin enseñaba sobre la activación de las partes reptilianas del cerebro, se encontraba en contacto directo (!) con los humanoides. Los advenedizos cósmicos le inculcaron que el hombre tiene que volverse un robot obediente, y entonces “será feliz él y los que le rodean”.
En los años 20 del siglo XX, Gurdjíeff, con el consentimiento del gobierno francés, crea el Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre. Allí se desarrollan los programas para la creación de una ”raza superior de hombres”, se realizan prácticas eugénicas. El objetivo de los estudios es la robotización y la automatización del ser humano.
La consecuencia directa de la doctrina de Gurdjíeff fue la aparición de la red de campos de concentración en URSS y Europa, donde los presos fueron sometidos a una ‘forja’: en realidad, a un remodelado humanoide, exterminando los inicios humanos.
El cerebro reptiliano, o uróboros
Los científicos modernos hablan también sobre la presencia del inicio reptil en el hombre. Los antropólogos constatan la presencia en el encéfalo de una parte concreta que se llama cerebro reptiliano: un bulto en la parte superior de la médula espinal.
Según la teoantropología cátaro-bogomila, el encéfalo humano efectivamente está compuesto por tres partes:
— reptiliana (baja),
— humana (intermedia)
y — divina (alta).
En términos espirituales el cerebro reptiliano, propio del hombre, se llama uróboros (antiguo símbolo místico: la serpiente que engulle su propia cola) . El fin del uróboros no solo es la mordedura venenosa, sino que él anilla al hombre con el mal, lo lleva a una situación sin salida, de la cual casi imposible liberarse.
¡Son necesarias la desreptilización y la divinización! Liberarse del cerebro reptiliano, y cambiar el cerebro humano por las esferas divinas.
¡La Mente divina: esto es lo nuevo!
El hombre está chipizado!
El hombre está corrompido y por eso consiente fácilmente el sacrificio de animales, masacres humanas (guerras, abortos). No considera como mal la explotación, ni el envenenamiento de la gente con productos químicos ni la destrucción de la naturaleza. Tampoco ve como mal la lujuria y las perversiones sexuales.
El hombre se hizo en parte animal, ganado.
Fue debido al remodelado de adaptación que se le trasladó al ser humano los inicios de las bestias y animales. Los científicos actuales consideran que estos inicios animales son la consecuencia de la evolución a los largo de millones de años, pero nada más lejos de la realidad.
Los atributos reptilianos no son propios del hombre, podemos vivir sin ellos!
Estos inicios los hicieron los ingenieros transgénicos, los humanoides, en los laboratorios secretos.
Hubo algún científico que fotografió el embrión humano en todas las fases de desarrollo en el útero materno. En sus fases iniciales de fecundación del óvulo femenino por el espermatozoide masculino, hasta un cierto nivel el embrión humano se desarrolla según los mismos criterios, esquemas y modelos por los cuales se desarrollan los embriones de las crías de reptil, de cocodrilos, de tortugas, de lobos, de los ratones, de las ratas…
El remodelado de adaptación ha humillado al hombre sobremanera, lo ha ultrajado, ha modificado su propia especie, de un teohombre de rostro solar, se ha convertido en un homo sapiens, en adamita. Casi una quinta parte se hizo semi-animal. Al hombre, le han sido injertados los reflejos de animal, de ganado.
El cerebro reptiloide que rige la conducta humana, desarrolla en el hombre los instintos animales. Este cerebro reptil cumple cuatro encargos principales , los cuáles vamos a ir desarrollando y diciendo cómo vencerlos, estos son:
- (1) Gula, comer hasta hartarse, (2) Sueño, dormir mucho, (3) reproducirse, activar la libido y (4) supervivencia, sobrevivir a cualquier precio.
1 ) La gula. Alimentarse de animales.
La victoria sobre la gula es el ayuno. La gula alimenta el sarks (el ser vetusto lujurioso), mientras que el ayuno alimenta de lo alto.
La anciana y beata Eufrosinia tres veces al año cumplía ayuno con pan y agua, tomando muy poco, ¡se alimentaba del Espíritu Santo! Decía que la carne contiene veneno, las energías bajas de la lujuria animal.
Los ancianos bendecían comer frutas, verduras y a veces (digamos, tres veces por semana), pescado. Recomendaban restringir el consumo de productos lácteos, aunque el consumo de productos fermentados (kéfir, nata) es preferible a la leche pura.
El hombre bebe la leche de vaca o de cabra como sucedáneo de la alimentación de la leche teomaternal, eterna.
El organismo teohumano, por ejemplo en Atlántida, era capaz de sintetizar de la naturaleza; del aire, de los aromas, de las fragancias, de los olores, todos los microelementos tan importantes para la vida.
En la Tierra existe multitud de animales, de pájaros e insectos que no fueron sometidos al remodelado de adaptación (o lo pasaron en parte, en menor grado que el hombre). Los caballos, los elefantes, las vacas, se alimentan con yerba y agua. Poseen una fuerza física enorme, y esta fuerza la toman sintetizando lo dado por la naturaleza, extraen la fuerza del aire, de la yerba, del agua…
Nuestro alimento está en los árboles, plantas, semillas.., que contienen todos los nutrientes y principios esenciales para que el cuerpo se nutra adecuadamente.
¡De qué manera tan fuerte está ligado entre sí todo lo vivo: los dioses y los hombres, las plantas y los animales, las flores y las abejitas, y todo el bondadoso orden mundial que distinguía a la Tierra en los tiempos luminosos!
Las consecuencias de la caída de lo íntegro son fatales. Fueron los humanoides quienes inculcaron a los terrestres el acto de matar animales y a las personas. Pero es importante saber que en cuanto el ser humano abarca en su conciencia la posibilidad de matar, éste está sujeto también al asesinato, y puede ser matado. Es una ley espiritual.
2 ) El sueño
Sobre el sueño hay que comprender que – espiritualmente hablando – se trata de un estado de hipnosis, el hundimiento en el mundo tridimensional. ¿Con qué empezaron los reptiles humanoides el remodelado de adaptación? Con la sumersión en el sueño, la hipnosis.
Sabiendo esto los blancos ancianos restringían el sueño y recomendaban a la gente reducirlo en la medida de lo posible; con ayuda de la oración, de la meditación, con la interrupción del sueño por fases, con el objetivo de acortarlo, de esclarecerlo y hacerlo más ligero, aliviarlo. Y de deshacerse de las aportaciones lunares mágicas.El sueño tiene que ser ligero, no profundo, al mismo tiempo permitir el descanso.
Los hiperbóreos, atalantes, no tenían el sueño adámico. Serafim el Enternecido, siendo un teohombre restablecido en el Segundo Gólgota de Solovkí, tras un gran pasional y llevando una cruz extralimitada, por su amor a la Diosa Virgen Madre, pudo liberarse de las quimeras del sueño. ¡Olvidó qué es, y dejó de necesitarlo!
Un día también nosotros mereceremos este grado tan alto de la acumulación del Espíritu
Decía la anciana Madre Eufrosinia que el don de la velada nocturna y la beatitud de ésta se concede a los que son humildes de verdad, mientras que los orgullosos se deleitan con el sueño profundo.
Ella era la personificación de lo mejor de la escuela ortodoxa de ancianos: bondad, cordialidad, fervor por la acumulación de Espíritu, arrepentimiento extraordinario, lágrimas que no se van de los ojos, clarividencia… Dormía solo unas pocas horas y lo hacía sentada, muy rara vez se la podía ver acostada. Dormía en el suelo.
Nuestro incansable servidor padre Juan (Juan de San Grial) bajo la influencia directa de la gracia oceánica del Espíritu Santo, redujo también el sueño de ocho a dos horas. Hace más de treinta años que practica la vela nocturna ( la oración nocturna), al igual que muchos de sus discípulos y colaboradores. Además, ha escrito numerosos libros por la noche. El resultado de ser guiado de lo alto fue el espacio del espíritu santo. Por supuesto esto no es para cualquiera, aquí hay que tener la sobriedad de espíritu y el consejo de los ancianos.
El compositor Joseph Haydn , al igual que otras muchas personalidad de la cultura, también dormía muy poco. Y es que a las grandes almas no les es propio dormir. Tenía que cumplir a tiempo la misión a él encomendada: escribir ciento y pico sinfonías, cuarenta y pico sonatas… No había tiempo. La lucha, el servicio, los diferentes asuntos…
Llamamos sueño no solo al descanso nocturno de ocho horas, sino a todos los ideales del pancista urbano moderno sin excepción: la fama de este mundo, la carrera, alcanzar las condiciones de vida normales con una pensión segura… —¡son parte del sueño letárgico!
¡Bienaventurado el que despierte!
¡Qué importante es la vela nocturna! Nos despierta no del sueño nocturno, sino del sueño de la realidad tridimensional, del remodelado de adaptación.
Igual que la degustación de la comida terrenal, de manera más escrupulosa, es importante que cada uno analicemos e investiguemos nuestro sueño también. ¿Cómo descansamos? ¿En qué esferas? Observar si nos quita fuerzas o bien multiplica nuestro descanso. Si tenemos el sueño luminoso u oscuro. Si es un sueño ligero o pesado. Si es duradero o corto…
Hay que alcanzar y conseguir el trabajo incesante con nosotros mismos, que consiste en la higiene del sueño, en la iluminación. Como resumen debemos alcanzar el sueño ligero, luminoso y reconfortante, que restablece nuestras fuerzas.
El sueño como la labor para restablecer de manera benéfica las fuerzas vitales, para tranquilizar nuestros cuerpos inmortales físicos.
La escuela Cátara y Bogomila posee perlas de la tesorería del ascetismo bogomilo , sobretodo de la anciana Eufrosinia quien nos regaló miles de llaves doradas para vencer las bajas pasiones, apagar el fogón (la calefacción lujuriosa dentro del ser humano) y esclarecer el sueño.
3 ) La reproducción (libido). En contra de la lujuria, de la libido (los instintos para la reproducción), está la virginidad, que concede el nacimiento de lo alto, el corazón espiritual abierto y el matrimonio con toda la humanidad de la Tierra.
El corazón espiritual (no tiene nada en común con los chacras de mahatma Moria) está formado por 144 castillos interiores, es la gran soberanía del Claromundo en el interior. Es la puerta al Claromundo.
En la enseñanza de los ancianos es importante la tesis de que el hombre tiene la mente separada del corazón. El objetivo del camino espiritual es: volver a unir la mente con el corazón.
La separación de la mente y del corazón se realiza por medio del cerebro reptiliano, el chip biológico. ¡Es necesario liberarse de él! Entonces el espacio del corazón será completado con la razón divina, y volverán las propiedades suprimidas en el hombre: la conciencia, la beatitud, la contemplación del rostro del Padre, la unión con el Univérsum divino.
El primer mandamiento del Univérsum, nos dicta: guardad la pureza de la virginidad.
¿Por qué es tan difícil alcanzar la virginidad? Porque no es adámica, no es propia de la naturaleza de los adamitas. El adamita está lejos de la virginidad aunque dé los votos monásticos (cristianos, budistas) de castidad, del celibato, o promulgue la asexualidad, que está ganando más y más popularidad.
Pero nada de esto tiene en común con la virginidad. ¿El celibato? Nada en común con la virginidad. ¿El monacato? ¡No tiene ni el menor cruce con la virginidad! Como mucho es posible que uno de cada cien monjes se volviese virginal.
Una cosa es aceptar el celibato, dar el voto de la abstinencia sexual, pero otra cosa es el hombre virginal.
Supone la hazaña de renacer en su naturaleza original, de rechazar lo que ayer era altamente apreciado, de dejar de identificarse con los mecanismos defensivos. Es necesaria la total reconstrucción de la conciencia, de la forma de la existencia y de toda la naturaleza humana (lo llamamos metanoia). De otro modo es inútil hablar de la virginidad. Quien busca encontrarla de modo fácil, dando votos externamente, no conseguirá nada.
Miremos los elefantes, las vacas, los caballos, son seres bastante puros. En su mayoría no son atormentados por la lujuria, sino que la lujuria les ha sido generada por la gente, otra vez, es la gente que lo genera en ellos. En general son seres muy bondadosos, puros y generosos. Una vez al año copulan y engendran su progenie, y el resto del tiempo viven de modo puro. Sirven al hombre, se sirven uno al otro, y a nuestro Altísimo. Nos espera una labor y trabajo de apagar el fogón (pasiones bajas) y de liberarnos totalmente de la esfera falo-vaginal. La esfera falo-vaginal ¿qué es?, es sobretodo la mentalidad del homo sapiens, la mentalidad perversa, la mentalidad cosmomágica de la parte reptiloide.
4 ) La supervivencia ( la caza, el asesinato, la pelea, etc.). En contra de la rapacidad, del homicidio, está no hacer el mal, rechazarlo del todo. En términos hindúes se le llama Ahimsa(en el budismo es una de las virtudes del Noble Camino Óctuple de Buda): no violencia y respeto a la vida. La bondad perfecta.
¿Acaso no era el instinto animal, bestial el que se manifestó en nosotros cuando por ejemplo, viviendo en el campo matábamos a los pequeños animalitos y los comíamos, los conejos, los cerditos, los corderitos, gallinas, pollos, becerros,…? Aquellos que en realidad son y fueron nuestros amigos, que depositaron su confianza en nosotros, que comían de nuestras manos y que no esperaban nada malo de nosotros, ninguna violencia… Y nosotros ¿que hacíamos?, los matábamos y devorábamos, nos los comíamos. Puede ser que no con nuestras propias manos, sino con las manos de otras personas. ¿Acaso no es la manifestación del instinto bestial animal? Matar a los animales y comerlos…
La Sabiduría universal dice : “aquellos que matan, serán matados también”.
Fueron los humanoides quienes inculcaron a los terrestres el acto de matar animales y a las personas. Es importante saber que en cuanto el ser humano abarca en su conciencia la posibilidad de matar, está sujeto al asesinato.
¡Si la persona no ha matado a ningún ser vivo, es imposible matarla!
De aquí proviene el principio de Ahimsa: no tengas intención de hacer daño a nadie.
Es conocida la historia de Abel, que cayendo bajo la presión de Yaldabaot, mató a su corderito más amado, y después de esto él mismo fue asesinado, inmolado en la misa negra por Elohím y matado por su hermano asesino Caín.
5) La muerte
Detrás de la gula, el sueño, el deseo de multiplicarse, el reflejo de autodefensa, de la defensa agresiva, tenemos que vencer la 5) la muerte. Se trata también de un reflejo animal, bestial, introducido en el ser humano.
En el cuerpo inmortal de luz en el hombre están los cuerpos inmortales, en el que éste se hace absolutamente independiente de la comida, del agua, del aire y de todo lo terrenal, aún más, en el cuerpo inmortal de la luz, Serafim de Solovki se hizo insensible respecto al frío, podía exponerse al frío de -30º y no sufrir daño alguno. Se hizo independiente del hambre, olvidó el sentido del hambre, podía estar semanas enteras y meses vivir sin comer alimento terrenal. En absoluto dependía del sueño , desapareció como si nunca hubiera existido (!)
El teohumano restablecido para siempre se olvida de lo que es la comida terrenal, el sueño terrenal, las pasiones terrenales, los miedos, el frío, el hambre, el dolor, los sufrimientos…
¿Evolución o remodelación?
Con el cerebro reptiloide, importado a la esencia humana, que se encuentra sobre la columna vertebral en forma de una pequeña epífisis ( un pequeño conito) el hombre empezó a depender como todos los animales de la comida terrenal, del sueño,… En el hombre actúa el reflejo de la multiplicación de modo semianimal, que obligatoriamente tiene que tener crías. Los atalantes no tenían esta dependencia, eran absolutamente libres, no dependían de la comida terrenal, no conocían el sueño terrenal, y en absoluto tenían deseo alguno de perpetuar la especie. Tampoco conocían la muerte, ni conocían el miedo.
Con el remodelado de adaptación el miedo empezó a habitar en el hombre, el miedo a la muerte y así el hombre conoció la muerte.
Los humanoides están perfectamente informados de la chipización del hombre en el remodelado de adaptación y exigen la subsiguiente reptilización por medio de la segunda chipización. Las llaves de los reptiloides: EL ENCARNIZAMIENTO Y LA MALEVOLIZACIÓN de grado superior.
¡La hazaña espiritual debe estar dirigida a expulsar los potenciales, las semillas, los inicios y los imanes serpentinos!
Es sabido que el veneno de serpiente en una dosis pequeña no es mortal. Los compuestos reptilianos actúan de la misma forma. ¡Pero aumentando la dosis os envenenaréis y moriréis!
Lo divino ha sido robado, en su lugar ha sido insertado lo reptiliano
Los adeptos de la tecnocracia, respaldados por el gobierno mundial, repiten obstinadamente que pronto no habrá ni dinero ni documentos de identidad, solo tarjetas y chips. ¡Pero al ser humano no se le deberían insertar chips según el modelo sueco (En Suecia ya se practican modelos semejantes), sino extraer el chip ya insertado, con el que nació!
La humanidad necesita un escudo potente contra la chipización. La llave número uno es la consagración absoluta a la Diosa Blanca, la Madre del puro amor.
¡El que se ha puesto bajo el amparo incondicional de la Diosa Virgen Madre y ha sido inoculado con la Inmaculadez original no está expuesto a la influencia de los chips!
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